martes, 19 de marzo de 2013

LA SOLEDAD DE MI PADRE


Volvió al nido vano
hablando en amistad
con el mal de su ánimo
poblado de soledad.

¡Este sol tan helado!
Este abandono de paz
Esa guerra interminable
entre el bien y el mal.

Desmontó rama a rama
lo que un día fue hogar.
Halló algunas plumitas
que besó con lealtad.

Ese témpano de sol
observó cuando fugaba,
detrás de un irrealizable
sueño que aguardaba.

Sara A. Pradera 

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